miércoles, 4 de abril de 2012

Tres grandes animaciones mexicanas

por: Ulises Paniagua

En México, la realización de cortometrajes animados es una disciplina poco reconocida, incluso por los propios aficionados al cine nacional. Casi todo el mundo está familiarizado con las animaciones de Pixar, de DreamWorks y algunas otras casas productoras extranjeras, principalemente estadounidenses. Pocos conocen acerca de la historia de la animación en México. Desde que Carlos Carrera ganó en el año de 1994 la Palma de Oro en Cannes, por su animación El Héroe, muchas propuestas se han realizado en este género dentro de nuestro país; muchas de ellas de un alto contenido visual, conceptual y artístico. He aquí una ligera muestra del trabajo de animación que se realiza en México.
       En primer orden, presentamos el cortometraje escrito, dirigido y editado por René Castillo, Hasta los huesos. En él se hace alusión a la muerte en una forma característica de los mexicanos. Un hombre muere (con voz de Bruno Bichir) y desciende al mundo de los muertos, en donde es recibido con una fiesta bohemia por un gusano, calacas sonrientes y la mismísima Catrina quien le canta sensualmente. Después de un rato de diversión y coqueteo, el hombre descubre que, después de todo, estar muerto no es tan malo. Su producción duró más de 3 años, y la filmación fue de año y medio; se necesitaron alrededor de 15 mil movimientos de los más de 70 personajes que componen este cortometraje de once minutos; en la música destaca la participación de Café Tacuba y la interpretación de Eugenia León. Este cortometraje es el más caro de la historia de la animación en México con un costo de alrededor de 3 millones de pesos. Si me permiten una opinión muy personal, es un trabajo que influenció en gran medida la ambientación y estética de Corpse Bride, de Tim Burton.
      La segunda propuesta es Luna, de Raúl Cárdenas y Ricardo Cárdenas. Esta historia ganadora del apoyo para cortometrajes, otrogado por el IMCINE en el año del 2010, transcurre en una ciudad de seres motorizados que son controlados por el tiempo. En ella, una pequeña niña, llamada Zoe, descubre una luna particularmente hermosa, en medio del caos. Aunque la referencia a Momo, de Michael Ende, es muy evidente, la animación soporta por sí sola la fuerza discursiva y propoistiva que pretende. Es una perla, rara y bella, en un país latinoamericano como es el nuestro, que no está habituado a producir historias de ciencia ficción.
      El útimo cortometraje es una gran obra. Se trata de El octavo día (La creación), de Juan José Medina y Rita Basoalto. La trama es sencilla: al término del octavo día, el Creador se ha refugiado en un oscuro calabozo. Obesionado por trascender, manipula la vida, tratando de engendrar al ser perfecto que lo inmortalice. Sin embargo, el juego de las creaciones puede tornarse a veces muy peligroso...
      Es una producción de: Instituto Mexicano de Cinematografía / JJMD / Fondo Nacional para la Cultura y las Artes / Universidad de Guadalajara / y PEMEX , que contó con la producción de Guillermo del Toro, un guión de Juan José Medina, fotografía de Sergio Ulloa, la edición de  Miguel Navarro y la música de Farhid Martínez y Efraín Reyes. Oscuro y propositivo, electrizante y lleno de angustia: un corto magnífico.
         Esperamos en un siguiente número adentrarnos en la concepción de la animación artística de otros países. Por lo pronto y sin más que agregar, cómprense sus palomitas y deleítense la pupila con estas animaciones de carácter nacional.




Hasta los huesos
Dirección: René Castillo
2008



Luna
Dirección: Raúl Cárdenas
y Ricardo Cárdenas
2010



El octavo día (La creación)
Parte 1
Dirección: Juan José Medina / Rita Basulto
2000




El octavo día (La creación)
Parte 2
Dirección: Juan José Medina / Rita Basulto
2000








2 comentarios:

  1. Muchas gracias por postear esto hermano, exactamente lo que estaba buscando.

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  2. Por nada, un honor que pueda gustarte lo que publicamos.

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